Hoy he recibido un correo electrónico de una persona, que piensa de manera muy parecida la mía, por eso creo que nos llevamos tan bien, y que cuando tenemos problemas, nos llamamos para darnos al razón. Cosa genial, y ampliamente recomendable.
Sobre la movilización suscitada por el contrato de primer empleo que esta congregando a una buena parte de la sociedad civil francesa...la mayor de mis admiraciones y envidias. Esto jamás pasaría en nuestro país.
Salimos a la calle muy motivados cuando estaba yo en la universidad, hace muy poco tiempo...
Salí a la calle con mucha gente por guerras sucedidas a miles de kilómetros de casa.
Salí a la calle con mucha gente porque en mi país hasta hace nada, te podían pegar un tiro en la nuca por pensar diferente. Ahora los que disparaban han dicho que no lo volverán hacer, y los muertos no dicen nada. Están muertos.
La situación en mi país era, es, y será INFINITAMENTE MÁS PRECARIA que en Francia. Pero jamás salí a la calle con mucha gente por ello, ahora, leyendo el periódico una tarde de domingo, me siento más francés que español.
Dos apuntes:
“Los estudiantes franceses se movilizan, pero los españoles beben”
The Times. (El día después del macrobotellón, símbolo de la unidad de la juventud española).
“¿Pueden ser tratados estos jóvenes violentos, que muchas veces actúan perfectamente organizados y no tienen otro objetivo que la destrucción de todo lo que encuentran a su paso, con una actitud comprensiva por parte de las autoridades?”
José Antich, Director de ‘La Vanguardia’. La Vanguardia 26-03-06
Dos respuestas:
“Los revolucionarios son aquellos capaces de asumir la brutalidad del mundo, y responderle con mayor brutalidad todavía”.
Michel Houellebecq. La posibilidad de una Isla.
“Considerando que nos quedamos con hambre si consentimos que no sigáis robando constatamos que sólo el escaparate nos separa del buen pan que nos falta. Considerando que en esa tesitura nos amenazáis con fusiles y cañones hemos resuelto temer en adelante más a la mala vida que a la muerte”.
Bertold Brecht. Resolución de los comuneros.
Últimamente hablo menos de lo que habitualmente estoy acostumbrado. He estado enfermo (nada grave) demasiados días, y eso ha afectado a mi humor. Bien los saben los que me rodean.
Hoy he estado leyendo un libro, en el que entre otras cosas se hablaba de ‘artivismo’, es decir, en palabras corrientes y molientes, artistas que están preocupados por su entorno, y actúan con motivaciones políticas y sociales. Estos han derivado en una serie de movimientos que se han visto muy oxigenados gracias a internet, y que siguen el espíritu de los pensadores situacionistas.
La verdad es que lo hago por mi, no por vosotros, como casi todo en la vida, con la diferencia o deferencia, que reconocerlo me honra. Esto no es un blog informativo, y tampoco es un blog metafísico de pensamiento y análisis social. Por supuesto no es un diario, porque mi vida aún es lo suficientemente interesente como para no tenerla que compartir, así que tan sólo es uno de los múltiples canales de salida que tiene mi overclockeado cerebro.